Héctor García "El Toba".
La película "La dignidad de los nadies", que el galardonado director argentino Fernando "Pino" Solanas presentó hace algunas semanas en nuestra ciudad en el marco del Primer Festival de Cine Independiente, muestra hasta el extremo más notable cómo fue cayendo en pocos días la imagen del país rico, que tenía para darle de comer a todos, en el que la ilusión los años `90 le había hecho creer a una gran mayoría argentinos que era posible igualarse a cualquier país del mundo en materia económica bajo el impulso de una convertibilidad forzada al extremo, ficticia por donde se la mirara.
Pero ¿nadie se dio cuenta? Sí, los "nadies" que Pino Solanas retrata con crudeza, con imágenes que producen dolor y que llevan al llanto a cualquier ser humano sensible, venían sufriendo ese proceso de pauperización desde hace mucho tiempo. Hacía mucho que eran explotados y que sufrían ese yugo dominante del que detenta el poder y del que compra voluntades y votos.
Ese empobrecimiento llegó, como era indudable que pasara, a la clase media que había mantenido la esperanza en esa convertibilidad, en ese 1 a 1 que le permitía (me incluyo) ir a Brasil y comprar 3 a 1, lo que se le cante. Comer en las playas de Florianópolis a un precio irrisorio, renovar sus electrodomésticos, cambiar el auto, viajar a Europa. Menem lo hizo. Sí, lo hizo a fuerza de vender el país y de generar, junto a Domingo Cavallo, la máxima farsa económica que puede haber existido en nuestro país. Creer que era posible mantener nuestro humilde peso al mismo valor que el magnánimo dólar.
Hace pocos días pude empezar a ver esa película y reconozco que no pude terminarla. Es una materia pendiente que dejaré para los próximos días.
La crudeza de sus imágenes deja traslucir el relato de personas anónimas que pelean día a día para llevar el pan a sus casas sin robarle nada a nadie. Y que también luchan para que sus hijos no entren en el laberinto de la droga y no se conviertan en pibes chorros, aunque el sistema los empuje con fuerza a hacerlo.
De lo que pude ver extraje una frase de Héctor García "El Toba", un dirigente barrial que salvó la vida de un joven en los hechos del 21 de diciembre de 2001, cuando el ex presidente Fernando De la Rúa huyó en helicóptero de la Casa Rosada. Yo tomé nota. Ante la minicámara de Solanas, el Toba dijo: "Muchas veces sentí que nos habían derrotado. Pero estamos pasando un proceso de resistencia. Hay ríos subterráneos que están gestando algo nuevo, diferente".
Y creo que no restan muchos comentarios para hacer sobre esa frase.
Justicia igualitaria
La necesidad de que las instituciones funcionen es tan importante como lo es para cualquier ser humano que los órganos de su cuerpo estén saludables.
Sabido es que Argentina sigue padeciendo graves enfermedades en su sistema político-institucional.
Desde el presidente hacia abajo, el gobierno por decreto es una constante, y los poderes legislativos, muchas veces, son ikebanas de una mesa en la que sólo unos pocos son los que comen.
Pero la Justicia es esencial. Tanto como los demás poderes. Pero, en este caso, lo trascendente tiene que ver con el alcance que tiene la Justicia como institución sobre las clases populares, muchas veces marginadas, muchas veces condenadas de antemano, por portación de rostro.
Y de nuevo aparecen "los nadies" de Pino con los "nadies" que no estuvieron en el documental del cineasta y que siguen luchando por encontrar un lugar en una sociedad que, en muchos casos, preferiría que no existieran. Pero existen, están, tiene una extraordinaria fuerza para pelear la vida. "Hay ríos subterráneos que están gestando algo nuevo, diferente".
Fuente: fernandoaguero.blogspot.com
-La dignidad de los nadies forma parte de una serie de 5 documentales del mismo director:
- Memoria del saqueo (2004)
- La dignidad de los nadies (2005)
- Argentina latente (2007)
- La próxima estación (2008)
- La tierra sublevada (A rodarse en 2009)
1 comments:
El documental es muy bueno, no sabia que formaba parte de una serie de 5, que no me puedo perder sin duda.
Refleja que en cualquier momento los "nadies" podemos ser cualquiera de nosotr@s, ninguno estamos a salvo, nadie nos asegura nuestra "dignidad", nuestros derechos basicos fundamentales, vivamos donde vivamos, por eso hay que abrir un poco la mente y sobre todo los ojos, y mirar a nuestro alrededor para denunciar las injusticias que a diario acontecen, por solidaridad, por informar, porque la vida no es tan bonita como Hollywood nos quiere hacer creer, porque nadie se merece lo contrario.
No pretendo cambiar radicalmente las ideologias de nadie, tan solo pedir que ante estas situaciones de injusticia, donde se atenta contra la dignidad de cualquier persona, la gente no vuelva la vista hacia otro lado, para que el problema deje de existir, sino cuando menos, crear una conciencia solidaria, aportar nuestro granito de arena para poder tener cada dia un mundo un poquito mejor.
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