El dicho manido "cambiarlo todo para que nada cambie" se escenificó hoy en Estrasburgo. El Parlamento Europeo dio luz verde hoy a la controvertida directiva que regula el acceso a Internet. Al final no hubo sorpresa, y la enmienda pactada el 5 de noviembre entre el Consejo y la Eurocámara sobre la regulación de las restricciones a la conexión a la Red, sin necesidad de una procedimiento judicial previo, fue aprobada casi por unanimidad con 510 votos a favor, 40 en contra y 24 abstenciones
En estas dos semanas, todo el interés de los grupos parlamentarios, incluyendo al Partido Pirata sueco, cuyo ideario se basa precisamente en la defensa de la libertad en Internet, ha sido convencer a la opinión pública de que no ha habido una marcha atrás respecto a la enmienda 138, aprobada el pasado mes de mayo por el Parlamento de Estrasburgo, que impedía cualquier restricción indebida del acceso de los usuarios a Internet "sin una orden judicial previa".
Esa célebre enmienda, cuya contundencia era inaudita en el lenguaje comunitario, provocó la rebelión del Consejo de Ministros, y forzó a una conciliación entre el órgano ejecutivo y la Eurocámara, de la que ha salido un texto mucho más ambigüo, que señala que el acceso a Internet podrá restringirse, de ser necesario y proporcionado, "únicamente tras un procedimiento justo e imparcial, que incluya el derecho del usuario a ser escuchado".
Bajo esa manga ancha legislativa se da rienda suelta a que cada Estado decida libremente los motivos que pueden conllevar al corte de conexión, desde las causas obvias (pornografía infantil o terrorismo) a las más controvertidas, como las descargas de archivos protegidos por derechos de autor (música y películas, fundamentalmente). De esta forma,s e da cabida legal a las leyes restrictivas de Francia y Reino Unido, basadas en un sistema de tres avisos y posterior corte del servicio para los internautas que realicen descargas masivas, aunque fuentes del Parlamento indicaron que se mejorarán las garantías de los internautas que se vean envueltos en procesos en estos dos países.
Los Estados miembros tendrán de plazo hasta mediados de 2011 para adaptar sus legislaciones nacionales a la nueva normativa. España no tiene ninguna legislación específica de las descargas, pero no tendrá problemas para trasponer la directiva, ya que el Gobierno, con el respaldo de la industria cultural, ha renunciado expresamente a adoptar la desconexión como media disuasoria para evitar las descargas de archivos protegidos por derechos de autor.
"Hemos apoyado la reforma porque es un primer paso en la dirección correcta", señalaba un exultante Christian Engström, el eurodiputado del Partido Pirata. "Hubiera sido preferible contar con la autoridad judicial a priori como decía la enmienda original, pero con el texto que hemos apoyado se asegura la audiencia previa y la presunción de inocencia antes de cualquier medida restrictiva, aspectos que, por ejemplo ni la ley Hadopi francesa ni la ley Mandelson del Reino Unido contemplan".
Engström aseguró que el siguiente paso ahora es la redacción de una Declaración de Derechos de Internet e invitó a unirse al resto de grupos a esta iniciativa que va a protagonizar el partido sueco."No se puede meter a nadie en la cárcel por realizar una descarga. Y eso debe constar en una carta de derechos mínimos", aseguró.
Desde el Grupo Popular, tanto Pilar del Castillo, una de las ponentes de la reforma, como Alejo Vidal-Quadras, que ha llevado las negociaciones con el Consejo, insistieron en definir la aprobación de la directiva como una victoria del Parlamento Europeo al conseguir que se reconozca Internet como un derecho fundamental con la misma categoría que, por ejemplo, la libertad de expresión. "Las garantías como un proceso previo, el derecho a ser oído y que la carga de la prueba recaiga en el organismo -ya sea judicial o administrativo- y no en el usuario de Internet, son un avance importantísimo" indicó Vidal-Quadras.
Por su parte, Teresa Riera, la eurodiputada socialista responsable de la negociación, asegura que es un avance respecto a la enmienda original porque se recogen derechos que no existían en aquel texto, al incorporar el mismo al Convenio Europeo para la Protección de Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales
Paquete de Telecomunicaciones
Aunque la enmienda sobre el acceso a Internet se ha llevado todos los titulares, en realidad, el PE ha aprobado una completa reforma legislativa, compuesta por dos directivas y un reglamento, denominada Paquete de las Telecomunicaciones, que armoniza los derechos de los usuarios y la competencia entre operadores. Entre las normas aprobadas en ese paquete destaca la de que los usuarios podrán cambiar de compañía conservando el número telefónico en un día laborable, la prohibición del spam (correo electrónico basura) o la necesidad de pedir permiso para instalar cookies (rastros de páginas visitadas en Internet para mejorar la navegación) en los ordenadores de los usuarios.
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