CAZA DE BRUJAS -LITERAL- EN ARABIA SAUDI

26 de noviembre de 2009, escrito por Sin comentarios


La última denuncia de Human
Rights Watchen lo que a Oriente Próximo se refiere pone de
manifiesto una realidad tan desconocida como chocante: la
persecución de presuntos brujos, hechiceros, magos, adivinos,
videntes y curanderos que se realiza en Arabia Saudí, donde
los acusados por cargos tan poco consistentes pueden ser
condenados a muerte.

Es el caso del médium libanés Ali Sibat, uno de los muchos
videntes que suelen ofrecer profecías por televisión a los
supersticiosos habitantes del país del Cedro, donde este tipo de
prácticas son abiertamente aceptadas. Desde su propio domicilio,
Sibat solía intervenir en el canal por satélite Sheherazade en
programas que terminaban siendo vistos en todo Oriente Próximo.

Pero la libertad que existe en el Líbano no es extensible a
ningún otro país de la región, y mucho menos a Arabia Saudí,
mucho más conservador que Irán.

En mayo de 2008, Sibat, de 46 años, viajó hasta el reino wahabi
para participar en la Umrah, una peregrinación menor en
comparación con el Hajj, que lleva a millones a La Meca. Nada
más pisar territorio saudí visitó La Meca y luego se desplazó a
Medina con el objetivo de rezar ante la tumba del profeta.
Miembros de la Mutawin(policía religiosa que vela por la moral
del reino) arrestaron a Sibat en su hotel, en esta última
localidad, acusado de practicar la brujería.

Su abogada libanesa, May al Khansa, Sibat explica que resultó un
blanco fácil dado que su rostro es conocido gracias a sus
intervenciones televisivas. "Era el médium más popular del
canal. Las llamadas, de todas partes del Golfo, se disparaban
cuando él aparecía", explicaba en declaraciones a AP. Según Al
Khansa, durante su detención Sibat fue animado a admitir su
culpabilidad por la Mutawin. "Le dijeron que si confesaba
[practicar] brujería, sería liberado y le permitirían volver al
Líbano".

Nada que ver con lo que sucedió en realidad. El pasado día 9, un
tribunal de Medina le condenaba a la pena capital bajo la
acusación de haber practicado hechicería en territorio saudí, un
cargo que, como explica en su informe HRW, está vagamente
definido por las autoridades y suele ser usado "de forma
arbitraria". La letrada afirma que, durante el juicio, se acusó
a su representado de haber sido "cazado en el acto" mientras
practicaba brujería, aunque no ha sido detenida ninguna otra
persona relacionada con su caso. "Esto es como el adulterio. Si
eres sorprendido practicándolo, debe haber un cómplice. ¿Dónde
está el cómplice?", se interroga May al Khansa.

Lo más sorprendente es que el caso de Sibat no es una excepción.
"Los tribunales saudíes están llevando a cabo una caza de brujas
literal gracias a la policía religiosa", denuncia la directora
regional de Human Rights Watch, Sarah Leah Whitson. "El crimen
de brujería es usado contra todo tipo de
comportamiento, con la cruel amenaza de las ejecuciones
aprobadas por el Gobierno". En Arabia Saudí, la pena de muerte
suele ser aplicada mediante la decapitación, ejecutada con una
espada, del condenado.

DECENAS DE ARRESTOSLa agencia AP confirma que, cada año, la
prensa saudí se hace eco de decenas de arrestos por práctica de
brujería, magia negra, hechicería o adivinación. Este tipo de
prácticas son consideradas politeístas por el régimen wahabi, la
tendencia más conservadora del Islam suní, y por tanto son
castigadas severamente. A eso se suma que en Arabia Saudí no
existe código penal, sino que la Justicia se basa en la Sharia o
ley islámica, donde no se define cuáles son los cargos de
brujería.

Según explica la ONG, encargada de rastrear a nivel mundial las
violaciones de los derechos humanos, HRW ha pedido a los
responsables del Ministerio de Justicia saudí que aclaren la
definición del crimen por brujería, así como las pruebas
necesarias para demostrar que dicho delito ha sido cometido.
"Los responsables han confirmado que no existe una definición
legal y que no pueden ser aclaradas qué evidencias tienen valor
de prueba en juicios por brujería". Eso explicaría que, en el
caso de Sibat, las únicas pruebas presentadas, según su abogada,
sean grabaciones de su programa de televisión.

En su informe, Human Rights Watch exige a las autoridades
saudíes que cesen de usar estos cargos. "Los jueces saudíes han
castigado severamente a los 'brujos' confesos por lo que parece
constituir fraude, aunque bien podrían ser actos inofensivos",
estima Sarah Leah Whitson. "Los jueces saudíes no deberían tener
el poder de acabar con las vidas de las personas, y mucho menos
de aquellos que no han causado daño físico a otros".

Los arrestos por este tipo de cargos son comunes. El pasado 15
de noviembre, el diario saudí Al Madina informaba de la apertura
de un juicio en Yeda contra un hombre arrestado por la policía
religiosa, acusado de haber introducido un libro de brujería en
el reino. El 19 de octubre, el rotativo Okaz, también saudí,
daba cuenta del arresto de un ciudadano asiático en Taif por los
cargos de "brujería" y "charlatanería". HRW también da cuenta de
terribles antecedentes: en 2007, un farmacéutico egipcio fue
ejecutado en Riad tras ser hallado culpable de haber intentado
"mediante brujería" separar a una pareja casada. Un año antes,
un ciudadano de Eritrea había sido condenado a 20 meses de
prisión y a recibir 300 latigazos por tener en su poder una
agenda telefónica escrita en Tigrinya, el alfabeto eritreo.
También en 2006, la ciudadana saudí Fawza Faleh fue decapitada
tras ser condenada por "brujería, recurrir al jinn [figura
ficticia a la que se atribuyen poderes sobrenaturales] y
sacrificio animal".

Escrito por: M. G. Prieto (El Mundo)

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