Porqué las potencias y la ONU "retrasan" el cese del exterminio israelí en Gaza

27 de enero de 2010, escrito por Sin comentarios


Humo y explosiones tras un ataque israelí con misiles sobre la ciudad de Gaza.(Foto EFE)



La estrategia es la misma que siguieron en Libano con Hezbolá: Darle tiempo a Israel para que avance lo más posible en la destrucción de la infraestructura y la capacidad operativa de Hamás, y luego llamar a un alto el fuego para "pacificar".
La "inacción" de la ONU, EEUU y las potencias sionistas europeas (en control del Consejo de Seguridad) para detener el conflicto no es una casualidad sino una causalidad impulsada por un objetivo en común: Prolongar la masacre bajo llamados formales a "parar la violencia" (sin un medida de acción concreta) favoreciendo a los objetivos de Israel.
Se impone una lógica: EEUU, la Unión Europea e Israel son socios en un mismo plan: Terminar con Hamás y las organizaciones palestinas aliadas de Irán, Siria y Líbano, y preparar el terreno para avanzar contra Hezbolá y en una operación final contra las usinas nucleares de Teherán.
Los gobiernos árabes, socios comerciales del eje sionista USA-UE, repiten el mismo esquema de "inacción" atendiendo a sus intereses económicos-financieros diversificados con el "occidente" sionista.
Washington, Tel Aviv y la UE, a su vez, necesitan concretar lo que no pudieron realizar en agosto de 2006: Despejar la retaguardia de "terrorismo islámico" (léase Hezbolá, Hamás y el resto de los grupos combatientes contra Israel) y desde ahí avanzar hacia el proyecto de "remodelación" del Medio Oriente terminando con los regimenes de Damasco y Teherán.
El proyecto geopolítico de fronteras abiertas sin "terrorismo islámico" que alienta el eje sionista USA-UE-Israel necesita prioritariamente destruir la "base islámica" que sustenta el eje petrolero Rusia-Irán-Siria-Venezuela.
Hay dos cuestiones esenciales en disputa: Las redes petroleras y gasíferas de Eurasia y el Medio Oriente y la supervivencia del Estado de Israel. Medio Oriente enlaza el petróleo del Caspio y del Asia Central con el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz, el centro de la disputa estratégica con Rusia por el control de los corredores energéticos de Eurasia y Medio Oriente.
Irán, en frontera con el Caspio y el Golfo Pérsico, es el pivote táctico y el guardián central del estrecho por donde transita más del 40% del petróleo mundial. Y un Irán "nuclear" -en control del Estrecho de Ormuz- se pondría fuera del campo de "amenaza" del eje sionista USA-UE, desnivelaría la "guerra energética" a favor del eje
Rusia-Irán-Siria-Venezuela y amenazaría la supervivencia del Estado de Israel, la columna vertebral del proyecto sionista en Medio Oriente.
Hezbolá en Líbano, y Hamás en Gaza, a su vez, representan la columna vertebral del eje Irán-Siria en el "patio trasero" de Israel. El proyecto de fronteras abiertas sin "terrorismo islámico" necesita eliminarlos del paso para preservar de peligro las fronteras y ciudades israelíes cuando se pongan en marcha las operaciones militares (inevitables) contra Irán y Siria. Fracasaron en Líbano en el 2006, y ahora recomienzan por el eslabón más débil: Gaza.




Más información...


Informe especial
PLAN A
La masacre militar, no está orientada a tomar Gaza sino a producir un desenlace internacional con la ONU y las potencias centrales, y cuenta con un Plan A y un Plan B.
Terminar con el gobierno de Hamás y restituir en el poder a la Autoridad Palestina (AP) con Mahmud Abbas como presidente, respaldado por una fuerza internacional de la ONU que tome el control militar y garantice el desarme efectivo de Hamás y de las organizaciones armadas de la resistencia palestina (el mismo esquema que intentaron aplicar sin éxito con Hezbolá en Libano). Para implementar este plan necesitan una "saturación del terror militar" con la masacre militar y que Israel destruya y/o debilite al máximo la capacidad logística y operativa de Hamás.
PLAN B
Si se complica (por las contradicciones inter-potencias) el Plan A en el Consejo de Seguridad de la ONU, avanzar en una propuesta (que ya está en curso, según versiones de Israel) de tregua acordada con Hamás y arrancarle concesiones (en su posición belicista con Israel) aprovechando y profundizando su debilidad y aislamiento internacional.
Ambas opciones dependen de que el poder aéreo y los bombardeos israelíes peinen todo el territorio de Gaza y destruyan la mayor cantidad de blancos en búnkeres y centros logísticos y organizativos de Hamás.
Se trata de una estrategia resumida en el dicho popular de "entro, toco y me voy", donde los helicópteros y aviones B 16 judíos destruyen lo más posible las estructuras de la resistencia de Hamás, y luego, tras un llamado de alto el fuego de la ONU y el anuncio del despliegue de una "fuerza internacional de paz", se repliegan a sus bases.
La fórmula, con algunos "retoques" es la misma que aplicaron en Líbano, donde el fracaso sobrevino por el alargamiento de las operaciones (34 días) y la derrota terrestre a manos de Hezbolá.
LA OPCION MAS PROBABLE

Ambos planes, el A y el B, son compatibles y funcionales con la estrategia de asesinar y luego negociar, que está aplicando a rajatabla el gobierno del Estado de Israel con la operación de exterminio militar en Gaza, pero su implementación depende de las relaciones de poder internacional y del marco imperante entre las potencias que integran el Consejo de Seguridad de la ONU.
El escenario del Plan A es de difícil implementación: 1)- debido a la renuencia de las potencias europeas a ceder tropas para otra ocupación internacional como en Afganistán que desgasta su imagen y complica sus políticas internas, y 2)- por la presencia de Rusia y de China que seguramente van a bloquear cualquier iniciativa de intervención internacional de Gaza en el Consejo de Seguridad.
En cambio el escenario de estrategia "intermedia" con el Plan B, la oferta de tregua, es el salvoconducto de Israel para preservar el control sobre Gaza si fracasa el Plan A en el Consejo de Seguridad.
Todas las señales que lanzan los líderes políticos y jefes militares de Tel Aviv se encaminan aparentemente hacia la búsqueda de una tregua (bajo presión militar) con Hamás.
El Reloj de Gaza
El punto "vulnerable" del plan sionista en ejecución -como sostienen los expertos- son las agujas del reloj de Gaza.
Como en Líbano, la masacre israelí juega contra reloj y transita por una delgada cornisa donde el vencedor puede terminar vencido.
De acuerdo con la lógica militar, si un ataque, por más demoledor que fuere (como está sucediendo en Gaza), se prolonga demasiado en el tiempo sin conseguir la derrota del enemigo, termina jugando en contra del atacante.
Ese fue el primer error de Israel en Líbano que su jefes militares dicen haber "superado".
El ataque de Israel contra Hamás se asemeja al de un león tratando de exterminar a un ratón. En la guerra, la prolongación del tiempo siempre favorece al más débil, y si Israel (y sus socios sionistas) no consiguen un "cese del fuego" inmediato en posición de triunfo con Hamás, las agujas del reloj le van a empezar a jugar en contra.
Con cuatro jornadas consecutivas de bombardeos en Gaza, casi 370 muertos y 1.400 heridos, Hamás sigue firme y desafiante y anunció este martes que está en condiciones de extender el radio de alcance de sus cohetes en territorio israelí.
Por otra parte, Hezbolá y diversas organizaciones del mundo islámico lanzaron un llamamiento a una tercera Intifada con atentados suicidas contra Israel no sólo en la Franja de Gaza, sino en todo el mundo árabe islámico diseminado por los cinco continentes.
En un discurso, el domingo, Hassan Nasralá invitó a los egipcios a salir a las calles "por millones" para forzar la apertura de la frontera con Gaza, y dijo que en ese caso el ejército no podría oponerse a la muchedumbre.
Muchedumbres islámicas atacando embajadas israelíes en occidente o arrojándose desarmadas contra los tanques y las tropas judías en Medio Oriente, recrea inmediatamente en los jefes militares y políticos de Israel el fantasma de la derrota del Líbano.
Y ya hay señales claras de que las potencias y Tel Aviv han registrado el mensaje: Este martes llamaron a un cese al fuego antes de que el ataque prolongado sin resultados en el tiempo se convierta en derrota para Israel.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) llamaron este martes en París a un cese el fuego "permanente" en la Franja de Gaza, sometida desde el sábado a una ofensiva militar israelí en respuesta a tiros de cohetes, indicó el ministro francés, Bernard Kouchner.

Deseamos un cese el fuego que sea permanente, que sea acatado, con un acceso humanitario, por supuesto, porque las víctimas son numerosas y hay que garantizar los auxilios y también un retorno al proceso de paz", dijo el ministro en una pausa de la reunión de urgencia de los ministros de Exteriores de la UE en París.
El Cuarteto para Oriente Medio (Estados Unidos, UE, ONU y Rusia) también pidió este martes un cese el fuego inmediato que sea "plenamente respetado", según un informe divulgado por la ONU, al final de una conferencia telefónica entre los miembros del grupo.
El primer ministro, Ehud Olmert, la ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, "se reunirán para evaluar la situación y examinarán una propuesta francesa de alto el fuego" de 48 horas, indicó un alto responsable israelí citado por la AFP.
Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, habló por teléfono este martes con el presidente palestino, Mahmud Abas, y el primer ministro, Salam Fayad, sobre los esfuerzos para lograr un "alto el fuego duradero" en Gaza, anunció la Casa Blanca.
El "apresuramiento" de los socios sionistas por llamar de urgencia a un cese el fuego que "retrasaron" durante cuatro días mientras los aviones judíos masacraban al pueblo palestino, revela una primera evidencia:
La operación de exterminio de Hamás y de su estado mayor (como sucedió con Hezbolá en Líbano) no consiguió su objetivo en el tiempo previsto, y los muertos y heridos ya comienzan a jugar en contra de Israel.
Los principales líderes de Hamás han sobrevivido a la matanza masiva de cuatro días y con cada hora que pasa sus figuras comienzan a cobrar dimensión de heroísmo vertebrador en el mundo islámico.
El león no pudo comerse al ratón, y las cartas de la "tregua humanitaria" ya están echadas por los socios sionistas que seguramente la implementarán de urgencia en la ONU.
Ahora Hamás deberá mover sus piezas en el tablero.
Si Hamás acepta un "cese el fuego" sin imponer condiciones duras a los genocidas militares de su pueblo, se abre una instancia diplomática favorable a la aplicación del plan sionista USA-UE-Israel (en cualquiera de sus variables) en la ONU.
Si Hamás rechaza la propuesta de cese el fuego y continúa desde la resistencia lanzando cohetes a las ciudades judías fronterizas, las agujas del reloj de Gaza van a empezar a jugar en contra de Israel.
Y como ya predijeron los ayatolas de Irán, es posible que Israel haya ingresado nuevamente (como en Líbano) en otra ratonera de difícil salida.

Informe complementario:


Estrategia de la masacre
Objetivos de la operación de exterminio israelí en Gaza

Cuerpos de víctimas del bombardeo.



Podrán ser condenadas o no, podrán con justa razón ser catalogadas de "crimen de lesa humanidad", pero las masacres militares de civiles son una vieja herramienta "terrorista-disuasiva" para obligar al enemigo a negociar en condiciones de debilidad. La matanza de Israel en Gaza, no es una excepción en la materia.
Las utilizó (sin éxito) Israel en Líbano 2006 cuando sus aviones demolían los suburbios de Beirut y del Sur de Líbano dejando cadáveres sepultados, para luego arrojar panfletos alertando a la población de "próximos ataques".
Crear el caos y el terror, para luego "ofrecer la paz" a cambio de concesiones. Está en los manuales básicos de la guerra psicológica moderna.
Una formación de 63 bombarderos y una escuadra de 25 helicópteros: 100 misiles impactando sobre un "blanco" sin protección antiaérea (los cuarteles y sedes del gobierno de Hamás empotrados en zonas residenciales civiles densamente pobladas).
En 3 minutos: Más de 200 muertos bajo los escombros y más de 300 heridos y mutilados saturando los hospitales colapsados de Gaza. Fue el ataque "más preciso y demoledor" de los últimos veinte años en Medio Oriente, coincidieron los expertos.
Desde el punto de vista moral, un crimen de lesa humanidad perpetrado por una superponencia imperialista contra un pueblo sin ninguna chance de defenderse.
Desde el punto de vista militar, un golpe demoledor orientado a aterrorizar y a minar las reservas morales del enemigo. La operación de exterminio (el sábado) funcionó como una maquinaria mortal de relojería sobre unos 40 edificios de Hamás que fueron literalmente demolidos o semidemolidos junto a los complejos de viviendas civiles que los circundaban.
Y como ya sucedió en Líbano en 2006: El poder aéreo israelí (favorecido por la falta de acción y de condena efectiva de los gobiernos del mundo) continuó luego con su plan de exterminio sistemático y escalonado orientado a complementar un mensaje: Esta vez, la "solución militar" va en serio. El resultante en 72 horas: 320 muertos y más de 1100 heridos y mutilados, la mitad graves.
Los "efectos colaterales" (no deseados, según Israel): Centenares de hombres, mujeres y niños palestinos, muertos o mutilados debajo de los escombros. Como lo admitió luego el embajador de Israel en España: "En una guerra siempre mueren inocentes.
¿Que busca Israel con la masacre?
Básicamente, una nueva tregua con Hamás: Bajo presión de la matanza, Israel quiere forzar a Hamás a un nuevo acuerdo de cese "el fuego" mediante el cual el gobierno de Gaza se comprometa a desarmar en forma efectiva los búnkeres de lanzamiento de cohetes en la frontera con Israel por un término no menor a 12 meses, según algunos medios israelíes contactados con el ejército.
Si bien los cohetes artesanales palestinos no le producen daños considerables a las poblaciones judías (en 72 horas sólo produjeron un muerto), son una herramienta de acción psicológica tremendamente efectiva para producir caos y confusión que terminan impactando y generando crisis en el el gobierno de Tel Aviv.
La operación masacre apunta más que nada al "frente interno": los halcones israelíes necesitan recrear la fe colectiva en la "invencibilidad" del ejército israelí y restablecer la confianza en su capacidad para custodiar las fronteras de Israel.
La razón de fondo (entre otras): Israel tiene elecciones nacionales en febrero, y tanto al Kadima de Livni como al Likud de Netanyahu necesitan liberar a las poblaciones fronterizas israelíes del "peligro terrorista" de Hámas y de las organizaciones palestinas.
Como objetivo complementario: La operación masacre está orientada a recobrar la mística militar "triunfalista" perdida con Hezbolá en Líbano 2006, y a dar un claro mensaje a Irán, Líbano y Siria sobre la "unidad de acción" del gobierno y el estado mayor militar israelí.
Como efecto secundario: La inteligencia militar israelí ha deslizado en los medios que la nueva ofensiva puede abarcar "varios frentes", desde Líbano y Cisjordania hasta Siria e Irán, y la versión se multiplicó con la advertencia del líder de Hezbolá de un posible ataque de Israel contra sus posiciones en Líbano.
Israel satura a dos puntas: Con la masacre y con la amenaza de nuevas masacres para forzar a Hamás a firmar una tregua que descomprima sus fronteras y le deje pensar con la "cabeza fría" su estrategia militar de fondo en Medio Oriente a 23 días de la asunción de una nueva administración en EEUU.
¿Y porqué va a funcionar ahora una tregua que acaba de fracasar?
En junio de 2008, Tel Aviv firmó con Hamás -vía intermediación de Egipto- un acuerdo de "cese el fuego" que sólo fue cumplido parcialmente y que Hamás dio por "terminado" la semana pasada desestabilizando al gobierno de Tel Aviv.
El nuevo estrangulamiento militar (con genocidio de civiles) busca recomponer el control utilizando a Hamás como ariete de presión sobre el resto de los grupos de la resistencia que operan en la frontera con Israel.
Desde hace 72 horas los ataques se orientan a pulverizar la infraestructura operativa del gobierno de Hamás para tratar de ahogarlo y someterlo a alguna reacción interna. Este lunes los ataques se siguieron concentrando sobre áreas de la presidencia de Gaza, como el ministerio del Interior.
Abbas, cómplice descarado del eje EEUU-Israel y uno de los beneficiarios políticos de la matanza en Gaza, sintonizó en frecuencia con la estrategia judía cuando acusó a Hamas de ser el culpable de la masacre.
Una versión periodística no confirmada manipulada por los servicios israelíes, señala que el líder supremo del Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás), Jaled Meshaal, se ha mostrado dispuesto a firmar un acuerdo de alto el fuego que incluiría el fin de la ofensiva que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza y del bloqueo impuesto al territorio. La información salió del Ministerio senegalés de Asuntos Exteriores.
La versión contiene un dato clave: La propuesta de levantamiento del bloqueo (que no fue llevada a cabo durante la tregua firmada en junio) permitiría a Hamás, además de salir del aislamiento, recuperar aire político y recomponer su estructura demolida por los bombardeos israelíes.

El Ministerio "aseguró" que la propuesta para la tregua en Gaza fue expuesta anoche por teléfono a Meshaal por el presidente de Senegal y actual presidente de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Abdoulaye Wade.
La información se difundió luego de que el director del servicio de Ambulancias del Ministerio palestino de Sanidad, Muawiya Hassanein, elevó el balance de los bombardeos a 310 muertos.
"El fin de la operación es minimizar los lanzamientos de cohetes hacia Israel para garantizar la seguridad de un cuarto de millón de personas que viven en el sur de Israel", dijo el lunes a AFP la portavoz del ejército, Avital Leibovitz.

Por su parte, el principal asesor del ministro de Defensa, Ehud Barak, el general de reserva Amos Gilad, aseguró a los periodistas que "el objetivo es llegar a una nueva tregua" con Hamás en las condiciones fijadas por Israel.
Más claro aún fue el analista militar y general de reserva, Shlomo Brom, quien afirmó a AFP que "Sobre toda la operación (en curso) planea el espectro de la guerra del Líbano".
Según el general, los responsables israelíes, tanto políticos como militares, "parecen haber aprendido las lecciones" de los fracasos de la guerra de Líbano, que obligaron a crear una comisión de investigación gubernamental y llevaron a las dimisiones del jefe del Estado Mayor, el general Dan Halutz, y del ministro de Defensa, Amir Peretz.

"Primero se fijan objetivos limitados (...) Así minimizan los riesgos de decepción. Segundo, el ejército golpea de entrada muy fuerte, mientras que en Líbano se dejó arrastrar por una escalada no controlada, no haciendo intervenir a sus fuerzas terrestres hasta muy tarde", añadió el experto militar judío.

"Tercero, el ejército se ha preparado durante mucho tiempo para la confrontación, al tiempo que el poder civil preparaba el terreno en la opinión internacional, contrariamente a la reacción espontánea que desencadenó el secuestro de dos soldados en julio de 2006 en la frontera libanesa y encendió la mecha (del conflicto)", continuó Brom.
El resultante de la estrategia judía parece estar claro: 72 horas de saturación del exterminio militar, 310 muertos y más de 1.100 heridos, terror social y político masificado en Gaza, destrucción del limitado poder logístico y operativo de las fuerzas de Hamás, inacción premeditada de los gobiernos centrales imperiales para detener el genocidio, falta de una reacción encadenada de protestas y condenas mundiales a Israel, y parálisis del llamado "mundo árabe" para articular un movimiento de presión en la ONU.
Los halcones de Tel Aviv, por ahora, celebran: La fría matemática de la fuerza tecnológica-militar aplicada a la dominación imperial le va ganando a la conciencia universal de defensa de la vida paralizada por el individualismo y la indiferencia nivelados como ideología única en todo el planeta.
Ya nada sorprende ni golpea: Los cadáveres aún calientes de 310 palestinos han sido reducidos a meros "instrumentos de negociación".
Israel, la madre patria del sionismo capitalista mundial, convirtió a la masacre militar en una nueva moneda de intercambio. Con Gaza como laboratorio experimental.




(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

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