--Un artículo de antimperialista--
Más importante aún sería redefinir el significado de la
democracia moderna y fijar metas sociales ambiciosas y concretas (…) Sea
como fuere, la innovación política tendrá una envergadura de largo
alcance, sobre todo a medida que el proceso político asimile
progresivamente el cambio científico-tecnológico. Zbigniew Brzenzinski “La era tecnotrónica”.
Los
señores del dinero sin fronteras buscan que uses la herramienta
Internet, no para transformar tu realidad, sino para insertarte dentro
del mundo globalizado tal cual es: Un paraíso empresarial de la sociedad
de consumo capitalista. Manuel Feytas ”Internet y redes sociales: El mercado es tu cabeza”.
(Una opinión de ANTIMPERIALISTA)
En mis primeros análisis sobre el 15M y el movimiento de los
Indignados, mi principal preocupación fue la de tratar de demostrar que
éstos no eran más que
fenómenos sociales diseñados, creados e impulsados por los laboratorios de ingeniería social de la oligarquía neoliberal.
En el anterior artículo sobre el 15M, analicé, a través del Informe Transforma España,
los deseos de la oligarquía neoliberal de aumentar su actual tasa de beneficios,
es decir, de conseguir aumentar el actual grado de explotación
(esclavitud) que sufren los seres humanos, mediante la implantación de
reformas y transformaciones del actual sistema político y económico.
En
éste, intentaré explicaros cómo las propuestas políticas del 15M y del
movimiento de los indignados servirán de excusa para emprender cambios y
reformas políticas que, bajo la falsa apariencia de mejoras
democráticas, acabarán entregando totalmente al Estado en manos de la
oligarquía neoliberal, para poder así desarrollar plenamente sus
aspiraciones esclavistas sin apenas resistencia y con el mayor consenso
social.
Para llevar a cabo lo anterior, me centraré en el análisis
de una de las principales demandas políticas del 15M, y en las
verdaderas intenciones que se esconden tras la misma; es decir, el del
aumento del grado de participación ciudadana, en el actual sistema de
democracia representativa. Una demanda que, curiosamente, coincide con
una de las planteada por la oligarquía española, en el Informe
Transforma España: “Esta hibridación de roles conducirá al nacimiento de
vehículos de transformación social que capitalicen la
energía/inteligencia colectiva, cierren brechas entre Ciudadanos y
Administradores, y creen puentes entre compartimentos ahora estancos. En
todo este proceso, una nueva Sociedad Civil debe emerger y encontrar su
nueva misión, identidad y voz. Para ello, combinará materializaciones
más convencionales y “físicas”, con nuevas formas más innovadoras y
“virtuales” (
1).
Pero
¿son realmente las intenciones de la oligarquía española aumentar el
nivel de participación de los ciudadanos en la vida política (lo cual
sería deseable, pero que, por otra parte, resulta totalmente utópico en
el actual marco social esclavista)? O ¿por el contrario, su objetivo es
aumentar el grado de control social de los dominados, bajo la apariencia
de mejoras democráticas?
Para responder a esta pregunta basta con
echar un vistazo a la forma en que, tanto desde el movimiento 15M como
desde la oligarquía, se pretende articular esta “participación
ciudadana” en la vida política española. Algo que quedó perfectamente
delineado en la presentación del libro “Mando a Distancia: herramientas
digitales para la revolución democrática” (
2),
escrito por el ideólogo neoliberal Lorenzo Abadía, en la que también
intervinieron, durante el debate posterior, el tecnócrata globalista e
impulsor de la plataforma No Les Votes, Enrique Dans, el portavoz de
Democracia Real Ya, Olmo Gálvez, así como otros elementos derechistas
como Pedro López Arriba, miembro ejecutivo del Club Liberal Español, o
Miguel Prados.
Lorenzo Abadía es actual responsable de
infraestructuras del PP de Zaragoza y, en su día, fue secretario
ejecutivo provincial de dicho partido. Actualmente es coordinador de
“Red Democrática”, grupo de organizaciones de derechas y mantiene
vínculos con el Club Liberal y con el Movimiento de Ciudadanos por la
República Constitucional (MCRC), republicanos derechistas dirigidos por
Antonio García-Trevijano.
Como bien expresa en el subtítulo de su
libro “herramientas digitales para la revolución democrática”, Abadía
propone articular la participación ciudadana en la vida política (y aquí
es donde viene el engaño) usando como medio internet, pues “la sociedad
del conocimiento nos ha brindado a los ciudadanos postmodernos la
posibilidad de aplicarlo sin incurrir en desgaste alguno...mecanismos
auxiliares que en momentos determinados el ciudadano como mecanismo de
control sobre la clase dirigente puede poner en marcha...mandar a
distancia a la clase política a través del mando a distancia. Se trata
de que el ciudadano pueda mandar a la clase política a través del mando a
distancia, desde su casa”. Este discurso fue apoyado y defendido, en
líneas generales, por el resto de participantes en el acto, que conciben
internet como una especie paraíso de la independencia y de la libertad.
Y todo ello, a pesar de ser internet un invento del Departamento de
Defensa de los Estados Unidos, ideado y creado en plena Guerra Fría
(ARPAnet), para hacerse con el control total de las telecomunicaciones.
Un invento que sólo se decidió abrir al público, cuando se vio que éste
podía llegar a ser mucho más beneficioso que perjudicial para sus
creadores. Unos antecedentes históricos interesadamente olvidados por
estos apologistas de la red, en todos sus discursos.
Uno de los
principales responsables de que internet pasara del campo militar al
civil fue el maquiavélico Zbigniew Brzenzinski (leal vasallo de la
multimillonaria familia Rockefeller), quien en su libro “La era
tecnotrónica” (
3),
teorizaba sobre el impacto que puede tener la tecnología y la
electrónica, especialmente en el área de los ordenadores y las
comunicaciones, como medio para modelar cultural, psicológica, social y
económicamente una sociedad.
Este impacto de la tecnología y la
electrónica se ha puesto de manifiesto muy claramente en las recientes
revueltas árabes, donde la combinación de internet, teléfonos móviles y
medios de comunicación de masas convencionales, como la televisión y la
radio, ha sido de gran utilidad para los proyectos neocolonizadores de
Estados Unidos en el norte de África y Oriente Medio (
4).
Esto
último es una clara prueba de que internet (a pesar de la mitificación
del mismo en los últimos tiempos), lejos de ser una “herramienta”
independiente e imparcial, sirve a unos intereses muy particulares y muy
bien definidos, los de sus amos: la oligarquía imperialista.
Es
por ello, que proponer el uso de internet, como un medio de
participación ciudadana (tal y como predican los apóstoles de la
indignación), es poner a la sociedad y al Estado completamente en manos
de la oligarquía imperialista, quien los controlará y los manipulará
como nunca antes podía haber imaginado.
Además, este proceso de
imposición masiva de internet a los ciudadanos, con la excusa de ser
utilizada como herramienta de participación política, es también un
proceso para el tránsito masivo de estos mismos ciudadanos, de la vida
real a la realidad virtual, de la era industrial a la era tecnotrónica,
en la que serán moldeados a imagen y semejanza del mercado global. Sin
duda, la realización de la pesadilla orwelliana.
Notas:
(1) Informe Transforma España, página 21,
http://www.transformaespaña.es/images/stories/Informe_te.pdf(2) “En Democracia Real Ya siguen sin cortarse un pelo”
http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2011/06/en-democracia-real-ya-siguen-sin.html(3) “La era Tecnotrónica”, Zbigniew Brzenzinski,
http://es.scribd.com/doc/42370128/La-Era-Tecnotronica(4) “Los dictadores no dictan, obedecen ordenes”, Michel Chossudovsky,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=121483